25/11/09

Figuras disputadas: San Agustín

Agustín de Hipona nació en 354 en Thagast (hoy Souk Ahras) en la provincia romana de Numidia (este de Argelia) en una familia bereber romanizada. Su padre era pagano y su madre cristiana. Inicialmente rechazó la religión de su madre y se convirtió en filósofo pagano. Más tarde se convirtió al Cristianismo y pasó a ser obispo.


Uno de los Padres de la Iglesia, es una de las figuras más importantes del Cristianismo occidental y el que encuadró los conceptos de pecado original y la guerra justa. Mientras que el Imperio Romano estaba empezando a desintegrarse en el oeste, Agustín desarrolló el concepto de la Iglesia como Ciudad de Dios y su pensamiento tuvo una influencia profunda en la Edad Media.


La figura de San Agustín ha sido instrumentalizado con distintos fines a través de la historia. El Cardenal Lavigerie, Arzobispo de Argel de 1867 a 1892, intentó usar la memoria de San Agustín para reclamar Argelia como un país cristiano e promulgó una desastrosa campaña de evangelización entre los cabileños. El sociólogo Abdelmalek Sayad ha argumentado que la historia de Argelia no debe quedarse atrapada en las narrativas coloniales o nacionalistas y afirma que San Agustín representa las profundas raíces del Cristianismo en Argelia y como tal puede ayudar a sentar las bases de una sociedad multicultural.



Los escritores Kateb Yacine y Assia Djebar se han referido a Agustín como uno de los padres de la nación argelina; y en 2001, en una conferencia celebrada para reconocerle oficialmente como una figura clave en la historia argelina, el presidente Abdelaziz Bouteflika afirmó que Agustín era un argelino que pertenece tanto al Islam como al Cristianismo – aunque hizo caso omiso de sus orígenes bereberes.


Hay más información en Wikipedia - aunque curiosamente, la información sobre sus orígenes magrebíes está ausente en castellano...

5 comentarios:

  1. Respecto al carácter bereber de San Agustín, no estoy muy seguro de que haya ningún indicio de tal rasgo. Muchas veces se tiende a ver que antes de la invasión musulmana del Norte de África, la población residente allí era bereber, sin embargo tenemos que tener en cuenta la existencia de una gran comunidad de origen romano, muy mezclada posiblemente con las poblaciones de orígen púnico (más que con las poblaciones propiamente bereberes más resistentes al dominio cultural latino). La provincia romana del Norte de África, era después de la Península Ibérica, la más romanizada. De ahí las dudas acerca del carácter bereber de San Agustín, no se entendía por entoncés el ser norteafricano como una rasgo propio separado de la identidad romana.
    Por otro lado, si observamos la vida de San Agustín, vemos que el nombre de su padre, Patricio, (los nombres en el mundo latino decían mucho de la persona y sus orígenes en muchos aspectos), era un nombre plenamente romano, lo que nos mostaría sus posibles orígenes de colono tras la incorporación de la región como provincia del imperio. Sin embargo la figura materna, Santa Mónica, sus orígenes no son tan claros, e incluso si pudiese tener algún tipo de ascendente bereber, este aspecto quedaba completamente nublado por su identidad enmarcada dentro del ámbito cultural púnico-latino, propio de la provincia romana de África (no se correspondía a lo que entendemos hoy por el norte de África, sino que este territorio estaba compuesto por diferentes provincias).

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  2. El problema aquí es la manifiesta disociación de categorías analíticas, es decir, estamos juzgando la pertenencia o no de un personaje del siglo cuarto DC a unos elementos identitarios del siglo XX. San Agustín era romano, muy posiblemente con ascendencia amazigh. No hay muchas dudas sobre eso, ya que es irrelevante en lo que después fue S.Ag.
    Lo de Buteflika responde a lo que ya hemos visto en otras partes en otros momentos: la elaboración de un discurso nacionalista legitimador cogiendo de aquí y de allí. Argelia como tal me parece no existía en el siglo cuarto, como tampoco existía España (mal que le pese a los carpetovetónicos) por tanto difícilmente podría San Agus ser argelino.
    Otras veces esa reinvención del presente instrumentalizando el pasado responde también a causas chovinistas como que el suizo Rousseau sea conocido por francés, o el andaluz Picasso, ídem.
    Hay personajes a lo largo de la historia que tienen un origen que no es el que ha trascendido por su obra o vida. El rey de España nació en Roma, Hitler en Austria, hasta el presidente de Cataluña es de Córdoba...

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  3. Estoy de acuerdo con Ricardo en que no se puede decir que Agustín era 100% amazigh. Según entiendo yo, pertenecía a una familia de orígenes mezcladas - que estaría de acuerdo con la composición étnico-histórico de la zona en la antigüedad.

    Tampoco creo que Agustín fuera argelino, por lo que dice Mario - Argelia no existía como ente hasta el siglo XIX y una conciencia argelino no se manifestó hasta los años 1920.

    Sin embargo, lo que quería demostrar con esta mini-serie sobre figuras disputadas es que, en realidad las orígenes "verdaderas" pasan a un segundo plano cuando se habla de construcción nacional. Lo que importa es la percepción que distintos grupos tienen del pasado y sus protagonistas y cómo influye en la construcción de una narrativa nacional.

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  4. Y en todo caso, al margen de la adscripción en la que haya que situar a San Agustín, resulta un post interesante para romper con preconceptos y "aproximar posturas", pues a más de uno sin duda le sorpenderá saber que uno de los padres del cristianismo nació en un país que hoy es islámico. El ejemplo de San Agustín muestra bien a las claras que las categorías religiosas e identitarias están lejos de ser monolíticas.

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  5. Mario, el problema no es asociar dos categorías analíticas diferentes (que por supuesto es algo que se ha de evitar en todo momento), sino que la utilización de una figura histórica por el discurso político, puede acarrear graves consecuencias a nivel político; por ejemplo, San Agustín fue una figura utilizada por los misioneros cristianos durante el dominio francés, para argumentar que como los "bereberes" habían sido cristianizados antes de la llegada del Islam, podría, revertir dicho proceso, de ahí toda la política de separación de jurisdicciones entre la población de origen bereber y la de orgen árabe, que también afecto a Marruecos, y tuvo un profundo impacto entre las poblaciones del Magreb. El hecho de adaptar una realidad antigua a las circuntancias políticas de un momento supone una manipulación peligrosa, puesto que nunca se sabe por donde pueden discurrir los resultados de la misma.

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