29/12/09

Partidos Políticos en Jordania


En 1989, el rey Husein abrazó la democracia, dando luz verde a las primeras elecciones del reino desde 1967 y las primeras en la historia del país que fueron libres y justas. El parlamento electo incluía fuerzas que, aun sin desafiar al régimen, se alejaban en gran medida de la elite conservadora y tribal que se había impuesto tradicionalmente en el país. El 25% de los 80 escaños fueron ocupados por el movimiento fundamentalista de los Hermanos Musulmanes, mientras que entre 25 y 30 (dependiendo de la definición utilizada) fueron ocupados por islamistas independientes, izquierdistas, panarabistas, liberales y reformistas. El parlamento vigente durante el período 1989-1993 fue diferente al de cualquier otro período de la historia jordana, pues se debatieron cuestiones que realmente preocupaban al público en general, logrando, con frecuencia, poner al régimen en una situación embarazosa e incómoda. La ley marcial fue abolida en 1991 y poco después, en 1992, se legalizaron los partidos políticos. En 1993, una nueva ley sobre los medios de comunicación suavizó algunos de los severos controles que se habían impuesto a la prensa, lo cual derivó en un auge de los medios de comunicación.

El experimento democrático –que no implicó ningún tipo de reducción de los poderes de la monarquía– fue breve. En 1993, en el período previo a la firma del tratado, se implantó un nuevo sistema electoral que fue diseñado para evitar avances sucesivos de los Hermanos Musulmanes. Asimismo, se aprobaron una serie de leyes de prensa de carácter restrictivo, al tiempo que las autoridades sometían a las organizaciones no gubernamentales y asociaciones profesionales a una presión cada vez mayor. El resultado fue que las elecciones generales de 1993 y 1997 produjeron parlamentos mucho más serviles que el de 1989.

Se celebraron de nuevo elecciones en junio de 2003. Los Hermanos Musulmanes obtuvieron 17 escaños y otros cinco fueron a parar a islamistas independientes, si bien la abrumadora mayoría de escaños cayeron una vez más a manos de la conservadora elite tribal y urbana de Transjordania, que se caracteriza por su apoyo incondicional a la monarquía y a sus decisiones.

Jordania presume de tener alrededor de 30 partidos políticos, pero lo cierto es que todos salvo los Hermanos Musulmanes y algunas pequeñas facciones nacionalistas y de izquierdas son agrupaciones que giran fundamentalmente en torno a líderes conservadores, cuyas plataformas políticas resultan bien difíciles de discernir, bien difícilmente diferenciables entre sí. El rey Abdalá ha expresado su deseo de reforzar los partidos de izquierdas, derechas y centro que estén basados en programas concretos. Sin embargo, habrá restricciones, que serán definidas por el propio rey. “Nos gustaría reforzar los partidos políticos”, explica. “Pero he de ser sincero. Quiero reforzar los partidos adecuados. Tengo un proyecto para el país y hay sectores de nuestra sociedad cuyo punto de vista difiere del mío en 180 grados. Mi opinión personal es que si los Hermanos Musulmanes se hicieran con el poder no habría democracia.

  • Frente de acción nacional: bloque tradicionalista progubernamental
  • Congreso Popular contra la Normalización: coalición entre islamistas e izquierda jordana, nacida en 1997 con el objetivo de impulsar medidas democratizadoras de la monarquía.

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