29/12/09

Partidos Políticos en Marruecos



En enero de 2008 se creó el Movimiento de Todos los Demócratas embrión de lo que más tarde sería el Partido de Autenticidad y Modernidad (PAM)– entre cuyos fundadores e inspiradores se encontraba Fuad ‘Ali al-Himma. Esta iniciativa no fue muy bien recibida por los partidos políticos, que la vieron como la creación de “un proyecto de partido del rey”.


Al-Istiqlal

Constituye una derecha nacionalista en la que el Islam es un importante eje teórico y elemento básico de su proyecto sociopolítico. Aliado del poder en los 70, ha sido fue en los noventa cuando se situó en la oposición participando en el Bloque democrático.


Partido justicia y desarrollo


Partido de tendencia islamista. En las elecciones municipales de septiembre de 2003, el PJD obtuvo el 4,48% de los votos (2,58% de los escaños), aunque sólo presentó candidatos en el 18% de los distritos electorales, en medio de un ambiente enrarecido por la campaña que pretendía vincularles con el terrorismo tras los atentados de Casablanca en mayo de ese mismo año. Es decir, ha logrado mejorar sus resultados en los comicios municipales (7,47% en 2009).


Movimiento Popular

Nacido en 1957 con el objetivo de controlar a la población bereber. Hasta ahora era fuerte en el ámbito rural, en el que ha sido desbancado por el PAM. El MP obtuvo en las legislativas de 2007 el 9,3% de los votos y en las municipales de 2003 el 8,78%, mientras que en las municipales de 2009 ha conseguido el 7,92%.


Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP)


Nacida de la escisión con la UNFP, unión nacional de fuerzas populares, apuesta por un programa de corte socialdemócrata.


Justicia y espiritualidad:

Organización islamista de gran calado social que boicotea las elecciones


Resultado de las elecciones municipales de Junio de 2009


Participación: 52,4% (en las legislativas de 2007 fue del 37% y en las municipales de 2003
fue del 54%). 7.005.050 de un total de 13 360 000 de electores censados, aunque hay que
señalar que unos 7 000 000 de personas con edad de votar no se registraron en el censo
electoral.

Votos nulos: 11%
Candidatos: 130 223 (el 16% mujeres, 20 458)
Escaños en juego: 25 367 repartidos en 1 503 ayuntamientos, de ellos 221 urbanos y 1 282
rurales.
Formaciones políticas: 30

Ocho formaciones políticas han obtenido el 89,3% de los escaños; mientras que 22
formaciones no han pasado del 15,6 %, de ellas 16 no han pasado de los 100 escaños.

1. Partido Autenticidad y Modernidad: 6 015 escaños (21,69%) 1 155 247 votos (18,7%)
2. Partido al-Istiqlal: 5 292 escaños (19%) 1 022 662 votos (16,57%) (partido del primer
ministro)
3. Agrupación Nacional Liberal: 4 112 escaños (14,8%) 802 631 votos (13%) (partido del
presidente del parlamento).
4. Unión Socialista de Fuerzas Populares: 3 226 escaños (11,63%) 667 986 votos (10,82%)
5. Movimiento Popular: 2 213 escaños (7,98%) 488 814 votos (7,92%)
6. Partido Justicia y Desarrollo: 1 513 escaños (5,45%) 460 774 votos (7,47%)
7. Unión Constitucional: 1 307 escaños (4,7%) 317 509 votos (5,14%)
8. Progreso y Socialismo: 1 102 escaños (3,97%) 261 778 votos (4,24%)

Otros:
Fuerzas Democráticas: 678 escaños
Alianza de la Izquierda Democrática: 475 escaños
Movimiento Democrático Social: 319 escaños
Pacto Democrático: 294 escaños
Partido Laboral: 288 escaños
Elecciones legislativas de septiembre de 2007


4 comentarios:

  1. El sistema de partidos marroquí se caracteriza sobre todo por la alta fragmetnación y por la existencia de partidos ad hoc. El PAM es el último de los experimentos electorales que la monarquía se encarga de fabricar en beneficio propio. Respecto al comportamiento electoral, la participación es muy baja y está desincentivada por la ausencia de efectividad real de los procesos electorales, que como en otros muchos países árabes, sirven de legitimación al poder pero carecen de contenido democrático y partidista, con deficit competitivo y dirigismo desde palacio via los partidos afines, de ahí que en Maruuecos haya partidos que se auto excluyen del juego electoral por considerarlo inútil y corrupto como al-Adl wa l-Ihsan, que tienen gran apoyo.

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  2. Ciertamente, el pluralismo político en Marruecos, a pesar de todos los intentos por hacerle figurar en un primer plano, no ha llegado todavía a tomar carta de naturaleza en la sociedad. La debilidad de su presencia real deriva, ante todo, del fracaso de la elite política a la hora de comprender la naturaleza real de la sociedad marroquí y de su incapacidad para dar el salto necesario desde la etapa de la lucha anticolonialista, la cual exigía la unidad de todos los sectores sociales, hasta la nueva etapa de lucha por la Democracia, en la cual nos hallamos ahora inmersos.

    Una de las causas de la crisis multidimensional por la que atraviesa actualmente los partidos políticos marroquíes reside en la confusión que sufren entre su papel político y su identidad ideológica. Se trata de una crisis de identidad, y acaso existencial, vinculada con su dificultad para determinar cuál es el verdadero papel que tienen encomendado en la sociedad. Hay que partir del hecho de que la identidad ideológica de todo partido se plasma en su programa político. Con lo cual, aquél intenta siempre ejecutar tal programa, participando en el poder político del partido, tanto si está en mayoría, como si está en la oposición, no se confunda con su identidad ideológica.
    Esta clara distinción entre el papel y la identidad es la que otorga su significado a la “alternancia”. El cambio de posición de un partido (Gobernante- opositor) no tiene porque alterar en nada su identidad ideológica. Esta es la que podemos denominar la situación natural de los partidos políticos y es justamente, en cambio, la que no se produce entre los partidos marroquíes. Si revisamos la historia de estos últimos, nos encontraremos con que su identidad se define a través de su papel político, que culmina en la mayoría o en la oposición depende del resultado electoral.
    Observamos que ciertos partidos políticos apoyan la actividad gubernamental desde su aparición, tanto si han participado o no en el Gobierno, de tal modo que este apoyo se ha convertido en su verdadera identidad, en vez de un mero papel político coyuntural. Podemos recordar a modo de ejemplo, que uno de los motivos que condujeron a la Celebración de Congreso Extraordinario del Movimiento Popular en 1986, así como a la expulsión de su líder, fue la pretensión de este último de incorporársela a la oposición parlamentaria, lo cual impulsó a una delegación del Movimiento a dirigirse al Rey, para expresarle su desacuerdo con su Secretario General y su absoluta negativa a incorporarse a la oposición, como si ello entrañarse un cambio en la identidad de su Movimiento y no simplemente una modificación de su papel institucional adoptado en función de una serie de circunstancias concretas y determinadas.
    El análisis acerca de los partidos de la mayoría es igualmente aplicable sobre la oposición, cuyo ejercicio de la misma ha llegado a ser para ellos una identidad ideológica, en vez de un papel político.
    Estos hechos confirman que la cultura política de los partidos en Marruecos no distingue entre el papel político y la identidad ideológica. Por lo que en tales condiciones es imposible el funcionamiento de un auténtico sistema pluripartidista.
    En resumidas cuentas, el papel que los partidos políticos juegan en el sistema político marroquí es realmente inexistente ya que, no se puede hallar ningún rasgo similar de las funciones que normalmente cumplen los partidos en las democracias occidentales. No tiene ideología definida, no son mecanismos de control, no ofrecen prácticamente ninguna alternativa política, y en la mayoría de las veces ni siquiera llegan a ser representativos.

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  3. Entonces por lo que dices, difícilmente podríamos hablar ya no de un sistema d partidos, sino de la propia existencia de partidos políticos, pues las organizaciones políticas, para que sean consideradas partidos, deben reunir las características básicas aceptadas de las que hablaron Riggs, Duverger o Panebianco. (Continuidad en el tiempo, funcionamiento democrático, programa político, competitividad por el poder y de manera legal, etc.)

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  4. Al margen del frágil sistema de partidos que según comentáis existe en Marruecos, ¿qué papel tienen en este país los actores no estatales a la hora de influir en la política? Me refiero, por ejemplo, al papel de las ONG o de las asociaciones ciudadanas, que tienen cada vez mayor importancia en ciertos Estados de nuestro entorno.

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