1/12/09

Argelia: diversidad lingüística

El árabe argelino (ŷazairi) es la lengua materna de alrededor del 63% de la población. Forma parte del contínuum dialectal magrebí, fundiéndose con el árabe marroquí y tunecino en las zonas fronterizas. Por consiguiente, el árabe argelino está formado por dialectos locales con distintas formas de pronunciación y grados de mezcla con otros lenguas, como pueden ser turco, castellano, lenguas bereberes o el francés. Es interesante por ser el único dialecto árabe en emplear algo que se asemeja al verbo “ser” en presente: la partícula que coge sufijos personales (rānī = yo soy). Saludos universales incluyen Ki rāk?, Wesh rāk? O incluso, y por qué no, Ça va?


No hay cifras oficiales sobre el numero de hablantes de lenguas bereberes, pero giraría en torno al 20 – 25% de la población. La lengua materna de alrededor de 5 millones de argelinos es el cabileño (taqbaylit), sobre todo en la Gran y Pequeña Kabylia. La geografía de esta zona – montañas nevadas, abundantes lluvias y densos bosques, su densidad de población, modelo tradicional de tenencia de tierras, estructuras de parentesco y tribales, experiencia particular de la colonización, proximidad a la capital y altas tasas de migración a Francia hacen que los cabileños sean en buena medida diferentes de los demás bereberes y dominantes en el movimiento amazighista.


La Sierra de la Djurdjura, Gran Cabilia.


La lengua chaoui (tachawit) tiene entre 3 y 4 millones de hablantes en las montañas del Aurès, en el este de Argelia. Los chaouis no sigueron las revueltas que encendieron Cabilia en los 1980 y 1990, ni votan a los partidos “bereberes” con base en Cabilia (FFS y RCD). De hecho, en 1990 el Aurès mostró simpatías islamistas – con el voto repartido entre FIS y FLN, algo impensable en Cabilia. La región también es una cantera tradicional para el ejército.


El chenoua (haqbaylith), está ubicado en las montañas al oeste de Argel en Tipaza y Cherchell. Dialectos del rifeño (tarifit) se hablan en zonas montañosas de Tlemcen, Sidi Bel Abbès y Arzew. Entre las lenguas bereberes del sur, se encuentran el tumzabt, originaria de los oasis del M’zab en la wilaya de Ghardaïa y Ouragla y el tuareg (tamahaq) en el macizo del Hoggar.


Una verisón estándar de los dialectos bereberes del norte, muy influenciada por el cabileño, existe bajo el nombre general de tamazight (lengua de los amazighes o bereberes). En los últimos diez años, Argelia ha avanzado bastante en el reconocimiento de su diversidad lingüística: se abrió un Instituto de Estudios Amazighes en la Universidad de Tizi Ouzou en 1990, se inauguró un telediario en tamazight en la cadena de televisión estatal (ENTV) el año siguiente, seguido por el comienzo de la enseñanza del tamazight en institutos en 1995. La revisión constitucional de 1996 reconoce la identidad bereber como uno de los tres elementos constituyentes de la identidad nacional (junto con el árabe y el Islam) y en 2002 el presidente Bouteflika declaró el tamazight “lengua nacional” – sin embargo este estatus simbólico dista mucho de la deseada oficialidad.


Notablemente hostil al reconocimiento del tamazight como lengua oficial, Bouteflika ha magnificado la dimensión del tema lingüístico para dibujar un cordón sanitario de particularismo alrededor de Cabilia, ocultando el hecho de que las sucesivas revueltas que allí tienen lugar reivindican sobre todo un cambio democrático en Argelia y el final del gobierno arbitrario, para así evitar su contagio al resto del país.


Los que estudiamos la región tendemos a caer en la tentación de etiquetar los países del Magreb como países árabes, reproduciendo perezosamente las categorías identitarias ideadas por sus élites. En realidad, la revuelta bereber del año 740 puso fin al dominio puramente árabe en Marruecos y Argelia para siempre; desde entonces sólo ha habido mezcla. Es hora de que los estudios árabes tomen plena consciencia de esta realidad y den más atención a lo amazigh que el habitual tratamiento superficial que suele meter a todos en el mismo saco como si fueran un bloque homogéneo. ¿Opiniones?


3 comentarios:

  1. No tanto que ver con los aspectos de la lengua, pero si mucho con el aspecto de identidad, es con el que están jugando los grupos evangelistas en la Cabilia, en los que el proselitismo está adquiriendo unas notorias dimensiones, cosa que no ocurre en otros países árabes. Curiosamente parece que ahora en el siglo XXI, los grupos evangelistas quieran volver a intentar (es verdad que lo están haciendo con más éxito)hacer realidad el proyecto del Cardenal Lavigerie, de hacer de la Cabilia de Montaña Libanesa en el Magreb.
    Así, estos grupos, pretenden potenciar la creación de una nacionalismo pan-bereber, empezando con el fuerte sentimiento "autonomista" de esta región argelina.

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  2. Sería interesantísimo indagar en si hay conexión entre esos grupos evangelistas y alguna potencia extranjera interesada en desestabilizar Argelia, o quizá algún vecino... Digo esto por la probada trayectoria norteamericana en latinoamérica, donde para disminuir y erradicar la teología de la liberación que tanto temían por la carga ideológica de la que se nutre, financiaron y financian directamente grupos evangelistas en el subcontinente, de ahí que su auge sea cada vez mayor y las iglesias de este tipo estén creciendo sobremanera.

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  3. Es muy interesante el tema de los evangelistas. Viajando y estudiando en el mundo árabe, me he cruzado con muchísimos misioneros o gente que está aprendiendo árabe con vistas a hacer futuras conversiones. No creo que ningún vecino esté implicado en el caso de Argelia, pero es cierto que los evangelistas tienden a fijar como objetivos grupos con vínculos débiles a la sociedad en general, por particularismos reivindicados, como en el caso de Cabilia, u otras razones.

    La evangelización de Cabilia tiene unas raíces profundas, somo señala Roberto. Surgió del "mito bereber" durante la época colonial. Según esto, los cabileños serían más honestos, democráticos, laicos y trabajadores que los árabes (fatalistas, perezosos, autoritarios y dados al extremismo). Como tales, los cabileños fueron vistos como más receptivos a la "misión civilizadora" de Francia. Sin embargo, las conversiones eran mínimas - como me imagino que están siendo hoy. Entiendo que no es un blanco privilegiado para los evangelistas estadounidenses - la inestablilidad y delincuencia que azota Cabilia hacen que de Marruecos un blanco mucho más fácil.

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