8/12/09

Literatura sudanesa

La literatura sudanesa mana de dos tradiciones distintas. Antes de desarrollarse el relato escrito y la novela, la principal tradición era la oral, eran historias que se transmitían de una generación a otra, de padres a hijos, al más puro estilo juglar. La temática iba desde las grandes batallas o las vidas de grandes hombres, hasta los héroes árabes de la antigüedad. Muchas historias narran la vida de los cuatro califas ortodoxos, muchas se circunscriben a hechos y narraciones sobre Ali, son las llamadas Sirat Ali al-Karrat.
Normalmente las historias orales suelen exagerar el carácter de los protagonistas así como sus cualidades heroicas y humanas.
Otras historias se centran en la descripción de la vida en los pueblos y ciudades sudaneses con un transfondo secular, es la temática denominada Ahaji.
La oralidad es transmitida sobre todo por los miembros más ancianos allá donde el alfabetismo no está muy extendido y el ritmo de la vida diaria es más relajado.
Suelen tener un final feliz y escenas de humor y superstición, con abundantes referencias a los poderes mágicos de los ogros y los genios.
Uno de los más conocidos ahaji es el de Fatima al-samha, la más bella del pueblo que tiene montones de pretendientes, pero ninguno a su altura, hasta que un día es secuestrada por un ogro y encarcelada, hasta que la noticia de su secuestro llega a un joven guapo que decide rescatarla. Finalmente el joven lo consigue y ella se enamora de él y se casan, cuento que es popular aún hoy día.

Algunos cuentos son recitados en verso, por ejemplo las aventuras de Hambata, un grupo de cuatreros que asaltaban las caravanas por los desiertos de Sudán. Aunque eran bandidos que vivían al margen de la ley, han sido inmortalizados como héroes con coraje y hombres excepcionales. Pueden parangonarse a personajes como Robin Hood o los Saalik de la Arabia preislámica, que eran vistos como apartados sociales, como críticos de la sociedad descompuesta, lo que les recubría de prestigio social por disidentes.

Otro género de la oralidad es el género Mahdi, son poemas recitados como oración hacia el profeta y son especialmente populares en el norte de Sudán.

El paso de la tradición oral a la tradición escrita, aparentemente fue dado por la prensa periodística.
Muchos de esos cuentos, historias y relatos orales encontraron su translación a medios escritos a través de los primeros periódicos. Por ejemplo Jaridat al-Sudan que fue el primer diario de edición bisemanal en árabe e inglés y lanzado ya en 1903. El impacto sobre la literatura fue mínimo, pues todo lo que se publicaba estaba aprovado o desaprovado previamente por los mandatarios, es decir, censurado, era un instrumento propagandístico del gobierno de turno.

El primer periódico o publicación en tener una considerable influencia fue Al-Ra'id, en 1914, era una publicación semanal y de carácter social. Fue fundado por un empresario griego que se asentó en Jartum y fundó una editorial para publicar también u periódico griego.
Un grupo de intelectuales sudaneses, viendo la necesidad de publicar en árabe sus obras, se acercaron al empresario griego quien accedió a tal pretensión, entre estos intelectuales se encontraba el egipcio Ysuf Wahbi o el sirio Fuad al-Khatib.

Ya en 1934, Muhammad Ahmad vio el potencial de la poesía como instrumento nacionalista. Poesía que viene de tres tradiciones distintas de la oralidad, por un lado la poesía beduina y rural, por otro la poesía oral sufí y por otro la poesía en fusha que importaron intelectuales a fines del siglo XIX. Ente estos poetas, que en la tradiciónoral eran vistos como sabios o incluso líderes locales, pues se atraían a las masas analfabetas con la palabra, destacó el poeta Kalil Farah, llegando a ser también un agente vehiculador de los sentimientos nacionalistas antiimperialistas, por lo que fue reprimido por el gobierno. Se populariza el término Sudan lil-Sudaniyyin, o Sudán para los sudaneses.

Hubo un momento en los inicios del siglo XX en los que la literatura y la política se identificaban plenamente, incluso se confundían, poco después la aparición de nuevos medios como la radio y la televisión, además de la prensa escrita generalizada, restaron importancia a la poesía. El cine también contribuyó a que se desarrollara masivamente la prosa.

Fue ya en la década de los 60 cuando aparece la gran obra de la prosa sudanesa: Época de migración al norte, del escritor Tayyeb Saleh, autor de otros títulos como La boda de Zayn o Mariud.




2 comentarios:

  1. No conocía nada de la literatura sudanesa hasta que cayó pr mis manos "época de migración al norte", y me ha sorprendido gratamente, pues es una lectua amena y rápida cargada de sentimientos de arraigo a su tierra, reividicando su cultura y tradición.
    Os lo recomiendo a todos.

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  2. Tienes razón, el libro de Saleh me gustado a mi también, consigues "ver" de alguna manera un país desconocido para casi todos nosotros.

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