Las bibliotecas siempre han sido refugio de los amantes de la literatura, pero en el caso de Yemen, y según los bibliotecarios del país, los jóvenes no acuden a por la última obra de su autor favorito, sino más bien, en busca de saber científico para ocupar tediosas tardes de estudio.
En un artículo de Yemen Observer (Kawkab al-Shaibani), se señala que sólo el 2% de los visitantes a las bibliotecas yemeníes acuden por el puro placer de la lectura.
Según Khaled al-Feel, director de la biblioteca Dar al-Kutub, "la mayoría de los lectores vienen aquí con el propósito de estudiar", y Mohammed al-Sharabi, jefe de los préstamos en la biblioteca coincide con él, "se puede decir que el 70 % de los lectores son los estudiantes a buscar sus materiales de estudio, y el otro 30 % son los lectores con pasión por la lectura", señala además, que después de julio, cuando las estaciones del año académico y la escuela terminan, el número de lectores disminuye drásticamente, quedando reducido al 30 % de visitantes reales de la biblioteca por motivos no academicos. Al-Qaid Badih, ayudante del bibliotecario, señala así mismo que "la mayoría de los lectores vienen aquí para los estudios sociales, literatura e historia, y esto es sólo para los fines del estudio, no para leer gratis", de modo que "sólo unas pocas personas vienen a la biblioteca para la lectura libre". Sin embargo, también se indica que el número de lectores que acude a la biblioteca para de investigación o académicos está aumentando. Esta tendencia también es destacada por Khaled al-A'waj, director de la Biblioteca Central de la Universidad de Sana'a, y Abdu al-Qadasi, director de la biblioteca de la Facultad de Artes en la Universidad de Sana'a.
Un dato significativo que señala al-Sharabi, es que las mujeres son más propensas a pedir libros prestados de la biblioteca que los hombres.
Esta apatía general hacia la literatura es indicativo de una sociedad carente en gran medida en el conocimiento y la apreciación de los libros y las alegrías y las perspectivas que pueden ofrecer. "No hay cultura de la lectura en nuestra sociedad", dijo Abdul-Salam al-Rubaidi, estudiante de magisterio y el mejor estudiante en el colegio de árabe.
"Es común que una persona de Yemen no tenga a nadie alrededor de él que lea, nadie en su familia que lea, no hay colegas que leyeran, ni profesores que lo hiciesen. Así que empieza a sentir que no es normal leer ",y "tampoco hay una conciencia pública en el Yemen de la importancia de la lectura" aseveró este mismo estudiante.
El Dr. Ayid Sharyan, profesor de la Universidad de Sana'a, dice que la razón de que la gente no lea, no es por la gente, sino por los materiales que les ofrecen "los estudiantes reciben materiales no son interesantes y no ofrece al lector lo que él quiere". Sharyan también culpó a los maestros porque no motivar a los estudiantes a leer, "Un maestro simple dice , un profesor medio explica, y un excelente maestro inspira", dijo Sharyan.
Pero no todo es tan negativo, y vemos cambios que auguran un futuro mejor. Hay unas pocas excepciones. "Tengo pasión por la literatura árabe", dijo el estudiante Ahlam al-Qubati, de 25 años. Al-Qubati muestra una novela que acaba de tomar en prétamo, llamada Fadytoki Yalayla (voy a dar mi vida para Layla) de Yusuf al-Sibai, novelista egipcio bien conocido cuyas novelas son best-sellers.
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