Para la celebración del Eid o Aïd, después del Ramadán, los sudaneses tienden a vestir la tradicional Jallabiya. Tradición contra modernidad se dan cita en el seno de la sociedad sudanesa por este motivo.
El atuendo principal para los hombres se compone de la jallabiya, el markoob (zapatos de piel, normalmente de cabra, serpiente o leopardo), el 'immah (turbante de unos cuatro metros de largo) el sharwal (pantalones cortos) taqiya (gorro) y el shawl (pashmina o chal) tal y como se muestra en la foto.
El gorro o taqiya es el de la foto también.
El color predominante es el blanco, pero también a veces se usa el beige. Los defensores de la tradición alegan que es una seña de identidad de Sudán. Los jóvenes en cambio prefieren usar ropas occidentales como pantalones largos o camisetas. Dicen que dejan esta ropa para cuando sean viejos o cuando se hayan casado. Incluso se están dearrollando versiones modernas de la vestimenta típica, como el 'Ala Allah, algo así como "lo que sea". Es una especie de jallabiya pero que no pasa más abajo de las rodillas, parecida al qamis de Pakistán. Suele ser de manga corta, al contrario que la jallabiya que siempre lleva manga larga y la variedad de colores se ha ampliado al azul, el burdeos o el verde oliva.
En definitiva, los jóvenes y cada vez más los no tan jóvenes utilizan ropa no tradicional, pero es importante hacer notar que, incluso en el mundo de la ropa tradicional, hay renovación y moda.
Son parte del debate nacional, pues incluso en la ropa la gente se pregunta qué es Sudán y cuáles son las referencias primarias.
Respecto a las mujeres, la ley en Sudán, basada en la shar'ia, dice que deben cumplir con el atuendo musulmán, es decir la tradicional túnica y el velo que cubra la cabeza.
También aquí estas tensiones entre tradición y modernidad se dan, pero con muchos más problemas pues ya no se trata de un asunto entre hombres, sino que a la fricción pasado-presente se unen otros condicionantes como el machismo que permean incluso a la propia ley del Estado (machista).
Por ejemplo, existe una ley o código de vestimenta que se manifiesta en el artículo 152 del código penal sudanés donde se establecen cuarenta latigazos a la guapa que se atreva a contradecir tal forma de vestir tradicional. Las mujeres, como el caso reciente de la periodista Lubna Hussein que portaba pantalones y a la que fue aplicado el art.152, condonado después por la repercusión internacional a una multa de 200$ que no pagó, por lo que ingresó en prisión un mes, son las que sufren la ley llamada de "vestimenta decente" que no es en ningún caso aplicada a los hombres. En 2008 alrededor de 43.000 mujeres fueron detenidas en virtud del art.152CP.
A todo ello se suma la tensión entre musulmanes y cristianos, sobre todo en zonas donde la población convive como Jartum.
El atuendo principal para los hombres se compone de la jallabiya, el markoob (zapatos de piel, normalmente de cabra, serpiente o leopardo), el 'immah (turbante de unos cuatro metros de largo) el sharwal (pantalones cortos) taqiya (gorro) y el shawl (pashmina o chal) tal y como se muestra en la foto.
El gorro o taqiya es el de la foto también.
El color predominante es el blanco, pero también a veces se usa el beige. Los defensores de la tradición alegan que es una seña de identidad de Sudán. Los jóvenes en cambio prefieren usar ropas occidentales como pantalones largos o camisetas. Dicen que dejan esta ropa para cuando sean viejos o cuando se hayan casado. Incluso se están dearrollando versiones modernas de la vestimenta típica, como el 'Ala Allah, algo así como "lo que sea". Es una especie de jallabiya pero que no pasa más abajo de las rodillas, parecida al qamis de Pakistán. Suele ser de manga corta, al contrario que la jallabiya que siempre lleva manga larga y la variedad de colores se ha ampliado al azul, el burdeos o el verde oliva.
En definitiva, los jóvenes y cada vez más los no tan jóvenes utilizan ropa no tradicional, pero es importante hacer notar que, incluso en el mundo de la ropa tradicional, hay renovación y moda.
Son parte del debate nacional, pues incluso en la ropa la gente se pregunta qué es Sudán y cuáles son las referencias primarias.
Respecto a las mujeres, la ley en Sudán, basada en la shar'ia, dice que deben cumplir con el atuendo musulmán, es decir la tradicional túnica y el velo que cubra la cabeza.
También aquí estas tensiones entre tradición y modernidad se dan, pero con muchos más problemas pues ya no se trata de un asunto entre hombres, sino que a la fricción pasado-presente se unen otros condicionantes como el machismo que permean incluso a la propia ley del Estado (machista).
Por ejemplo, existe una ley o código de vestimenta que se manifiesta en el artículo 152 del código penal sudanés donde se establecen cuarenta latigazos a la guapa que se atreva a contradecir tal forma de vestir tradicional. Las mujeres, como el caso reciente de la periodista Lubna Hussein que portaba pantalones y a la que fue aplicado el art.152, condonado después por la repercusión internacional a una multa de 200$ que no pagó, por lo que ingresó en prisión un mes, son las que sufren la ley llamada de "vestimenta decente" que no es en ningún caso aplicada a los hombres. En 2008 alrededor de 43.000 mujeres fueron detenidas en virtud del art.152CP.
A todo ello se suma la tensión entre musulmanes y cristianos, sobre todo en zonas donde la población convive como Jartum.
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