El día del funeral del presidente Mohamed Boudiaf, asesinado delante de las cámaras de televisión en Annaba en junio de 1992.
Tras la anulación de la segunda vuelta de las legislativas, el ejército crea el Alto Consejo de Estado para dirigir el país y nombra presidente a Boudiaf, hasta entonces en el exilio en Marruecos. De los pocos políticos con las manos limpias, gran parte de la población lo considera como la última figura que puede evitar el conflicto que se atisba en el horizonte. Crea un nuevo partido y emprende una cruzada contra la corrupción de alto nivel. Es asesinado poco después en circunstancias que nunca se han aclarado - muchos señalan con el dedo al propio ejército.
Se ve que ya no hay salidas y que el país se desliza hacia el conflicto. La gente le llora en las calles, al grito de: "¡Devolvednos nuestra Argelia!"
Mitin del FIS en el estadio de Argel durante la campaña electoral de diciembre de 1991.
Pueblo de Baraki, llanura de la Mitidja al sur de Argel, marzo de 1995. En la comisaría, las fotos de los islamistas más buscados están colgadas en la pared. Los que han sido eliminados aparecen tachados. A la derecha, un policía incluso ha escrito abattu (asesinado) en la foto de un islamista al que ha matado.
En 1995, Ouardia se unió a los "patriotas" (comités de autodefensa rurales, armados por las autoridades para defenderse de los ataques de la guerrilla). Enseña a los jóvenes de su pueblo a usar un fusil. Durante la guerra de independencia, fue condenada a muerte por los franceses y encarcelada hasta 1962. Tras la independencia, Argelia se encontró casi sin reservas. Como muchas mujeres de la época, Ouardia dio todas sus joyas para crear el Banco Nacional.
El fotógrafo es Michael von Graffenried, de origen suizo. Se pueden ver más obras suyas sobre Argelia aquí. La información sobre las fotos viene de un libro suyo, Journal d'Algérie 1991-2001.
16/11/09
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La fuerza de la imagen para resumir la trascendencia y el profundo significado de un momento, y para dejarlos grabado en nuestra retina con mucha más pregnancia que páginas y páginas de texto, queda reflejada a la perfección en estas imágenes de Argelia. Y nos lleva inevitablemente a la cuestión de si, en los tiempos de la imagen, las guerras, las elecciones y hasta el discurrir de la misma historia no se ganan, se pierden o se modifican según la perspectiva que una cámara nos dé de ellos.
ResponderEliminarEstas fotos me parecen muy interestantes como modo de expresar al mundo exterior la realidad de un conflicto poco visto desde el interior. Lo que me gusta de su obra es que también enseña una Argelia que no dejó de vivir a pesar de marea de dolor que le rodeaba: muestra a la gente comprando su pan, yendo a discotecas, reuniéndose con amigos.
ResponderEliminarTambién me parecen impresionante sus comentarios. El hecho que Ouardia había dado todas sus joyas para crear el banco nacional tras le independencia y su lucha para llegar a ella demuestra la inversión personal y directa de los argelinos en su país. Que los manifestantes en la foto gritasen "Devolvednos nuestra Argelia!" me parece muy llamativo. Los Argelinos sienten el país como personalmente suyo porque lucharon con todas sus fuerzas para ganarlo. Esto tiene repercusiones importantes para la relación estado-sociedad.
LA idea de que la vida sigue, por cruda que sea la realidad es cierta. Se suele citar mucho esto cuando se habla de Palestina, tras la ocupación, los bombardeos, los asesinatos y los atentados, la gente sigue haciendo su vida, haciendo la compra, yendo a la escuela, enamorándose, trabajando el campo o charlando con los amigos. Es terrible que hechos tan graves lleguen a formar parte de la cotidianeidad de las personas.
ResponderEliminarPor polemizar un poco, queria discrepar con el final del artículo que plantea que durante la guerra civil que arrancó en 1992 la guerrilla atacaba a las poblaciones rurales, por lo que la población local se armaba para defenderse con la ayuda del ejercito. Y si bien esto ocurría en algunas poblaciones, muy al contrario, y como atestiguan varios generales argelinos en el exilio, en muchas ocasiones era el mismo ejercito quien armaba a milicias para que atacaran los pueblos, con el objetivo de limpiar aquellas poblaciones que consideraban simpatizantes del FIS. Y era el ejercito el que se encargaba de rodear el pueblo impidiendo que nadie pudiera huir.
ResponderEliminarEn parte es cierto lo que dices Unai. El gobierno armó a poblaciones rurales a partir de 1994 y se constituyeron las comités de autodefensa o "patriotes" como se dicen en Argelia para la defensa ante ataques de la guerrilla, que sí tuvieron lugar. Algunas de estas comités han sido un desastre - responsables de ajustes de cuentas y su propia justicia sumaria.
ResponderEliminarOtra cosa distinta son los masacres que tuvieron lugar en 1996-1997. Nadie sabe quién protagonizó estas masacres, pero se puede decir con toda certeza que los comités rurales no tenían que ver. No hay pruebas concluyentes de que el ejército las ordenara - ni el libro de Habib Souaidia (ex-militar) ni el de Nesroulah Yous (residente de Bentalha) lo prueban. Sí dejan manifiesto que el ejército tiene mucho que explicar - rodear Bentalha como dices, iluminar el pueblo con focos durante la matanza y no perseguir a los atacantes. Una teoría es que el DRS (seguridad militar) pudo infiltrar a los GIA por su organización poco rígida y falta de entrenamiento ideológico y persuadir elementos de los grupos a empujar la lógica sanguinaria hasta límites terribles para quitar apoyo del FIS. Se ser así, explicaría por qué, como bien dices, las masacres afectaron a zonas que habían votado al FIS en 1990/1991.