Resulta sorprendente ver en muchas ocasiones, cómo cuando buscamos la ciudad de Antioquía, ésta forma parte del Estado turco. Esta provincia turca, es una zona que ha sido reivindicada por Estado sirio, al considerar que le fue arrebatada por Turquía, sin que Francia, potencia mandataria por aquel entonces en Siria, hiciera nada, siendo más bien una concesión hecha por ésta, para evitar así el apoyo turco al Eje, en previsión de la Segunda Guerra Mundial. Verdad es que la ocupación se llevó a cabo tras la celebración de un referendum en el que se obtuvo el sí a la integración en Turquía. Anteriormente además se había constituido como una República independiente, en el que los cuadros políticos, eran mayoritariamente turcos, lo que no significaba que fuesen mayoritaria la población turca respecto de la árabe. Siria, desde entonces hasta el 2007 no ha dejado de reclamar la identidad siria que le corresponde por naturaleza histórica a dicha provincia. Cierto es, que ciudades como la propia capital de la provincia, fue junto a Damasco una de las ciudades representativas de la Siria histórica. Fue fundada por el rey helenístico Seleuco I Nicator, en honor a su antecesor Antioco, nombre que perdurará en brillantes reyes de está dinastía, que convertirán a Antioquía y a Siria por extensión en el corazón de su reino. Tras su conquista por Pompeyo dicha ciudad fue la capital de la provincia romana de Siria y se convirtió en la Sede del Patriarcal con jurisdicción eclesiástica propia, en la que estaba incluida Siria, estándo Anatolia bajo la jurisdicción del patriarcado constantinopolitano. La conquista árabo-musulmana, no restó significación a la ciudad, aunque su importancia fue declinando respecto a Damasco, cuando esta fue instaurada como capital del Califato. Es indiscutible, que aparte del carácter netamente árabo-sirio de la región, los vínculos históricos con Siria son indisolubles, de ahí la extrañeza que genera su actual identidad política. La reivindicación siria, impulsada por las ideologías nacionalistas se ha mantenido hasta el año 2007, en el cual el Parlamento Sirio, decidió renunciar definitivamente a la reivindicación de dicha provincia, como una manera de mejorar sus relaciones con el estado turco, que desde hace unos años se han visto intensificadas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Estuve allí en julio y la relación entre la población de Hatay y la de Aleppo es constante, las separan unos 80 km. La gente de más edad habla árabe únicamente, y la gente de más de 50 habla las dos lenguas, turco y árabe, pero después de 70 años formando parte de Turquía, la gente más joven se siente exclusivamente turca, y el nivel económico es mucho mejor en Hatay que en Siria, lo que hace uqe la mayoría de la población prefiera mantenerse en Turquía. Muchos sirios me decían que esa es una de las razones de la mala imegen de Francia en Siria.
ResponderEliminarEs interesante que Siria pudo renunciar a una reivindicación territorial que había sido tan importante en la concepción de la nación siria. Me interesaría en qué términos el regimen comunicó esta renuncia para no parecer débil.
ResponderEliminarLa reivindicación por parte de la gente tampoco es muy activa, pero eso sí, tienen presente que es una situación fruto del colonialismo europeo, una anomalía geopolítica. En Antakya me llamó la atención también la abundante población gitana y el increible museo arqueológico y de mosaicos.
ResponderEliminar¡Hola chicos!
ResponderEliminarMientras estudiaba las relaciones entre turcos y sirios en clase de política exterior del profesor Bustos, me encontré numerosas referencias a la región de Antakya y Iskenderun. La mayoría de libros y analistas coinciden en señalar que la zona ha sido moneda de cambio por intereses políticos de ambos países. Tal como explica Ricardo, Francia decidió dar el territorio a Turquía para lograr que el país no se alistara con los “enemigos” de la segunda guerra mundial. A pesar de las quejas de los nacionalistas sirios, el territorio quedó así y nadie movió ficha durante tiempo. Personalmente (y no es que sepa mucho, sino a través de lo que he leído sobre el tema) no creo que el gobierno sirio reclame de modo oficial el territorio y que esta petición sea motivo de una disputa importante entre turcos y sirios. La explicación se encuentra en otro tema importante que está en el trasfondo del asunto y que no se suele mencionar: el agua.
Los ríos Tigris y Éufrates -que son los que subministran agua tanto a Siria como a Irán- pasan por territorio turco. Por tanto, este país tiene el control (a través del proyecto hidrológico GAP) de casi la totalidad del agua que llega a Siria e Irán. Tanto a sirios como iranís les conviene llevarse bien con el vecino porqué de él depende que puedan beber, o no, agua.