“Paradise Now” (2005) es una película dirigida por Hany Abu-Assad cuyos protagonistas son dos amigos palestinos, Khaled y Said, que se preparan para llevar a cabo un atentado suicida en Israel. La narración cubre lo que deberían ser las últimas cuarenta y ocho horas de los terroristas suicidas, mostrándonos en el camino sus motivaciones, problemas, dudas, su conversión en hombres-bomba y algunos detalles sobre sus experiencias cotidianas (laborales, familiares…).
La producción de la película no fue nada fácil. Realizada en parte con fondos europeos, y producida por un israelí, Paradise Now fue rodada principalmente en Nablus, en el verano de 2004, por el deseo de su director de apoyar la veracidad de la cinta. Esta decisión, sin embargo, supuso interrupciones diarias y puso en peligro la vida del equipo tanto por las actuaciones del ejército israelí como por las amenazas y hostilidad de grupos que consideraban que la película no era lo suficientemente comprensiva con los terroristas suicidas (de hecho, uno de sus miembros fue secuestrado por un grupo palestino, y liberado más tarde por intercesión de Yasser Arafat).
La humanización de los terroristas suicidas que hace Paradise Now, la cual nos presenta a dos personas que actúan motivadas por su propia lógica, sus experiencias pasadas y su historia como sujetos en la Palestina ocupada, ha generado bastante debate. Según el director, la intención del film es ayudarnos a entender el contexto y las motivaciones que mueven a personas corrientes a realizar actos de extrema violencia. Para la escritora y periodista israelí Irit Linur, en cambio, la cinta es un ejemplo de antisemitismo al estilo nazi, en la que los judíos e Israel no aparecen más que referidos como “ellos”, “ocupación”, “matanza” o “injusticia”, sin un contexto histórico o forma humana que los represente de otro modo.
A pesar de su temática controvertida, la película fue bien recibida internacionalmente. Paradise Now ha sido distribuida en 45 países y ha cosechado críticas favorables y premios importantes en los circuitos de festivales de cine internacionales (entre ellos el Globo de Oro a Mejor Película Extranjera). Incluso, la cinta consiguió ser nominada a los Oscars, siendo la primera vez que Hollywood reconoce los Territorios Palestinos como Estado. Esto generó a su vez una importante polémica, y en marzo de 2006 un grupo representante de víctimas israelíes del terrorismo pidió a los organizadores que no aceptaran la película a concurso por considerar que legitimaba la matanza de civiles en actos terroristas. En su defensa, Abu-Assad comentaba en una entrevista con el diario británico The Guardian en 2006, que “it's not just what some politicians want us to believe - that it's evil, that it comes from God. Bullshit. It's a human reaction to a very complex situation. The film tries to let you experience this situation in a different way, from different points of view.”
Considero que es un film interesante, en cualquier caso, y que merece ser visto por ser una aproximación compleja y de calidad artística a un conflicto que, más allá de su naturaleza política, refleja el sufrimiento humano y las historias vitales que hay detrás.
Referencias:
Al leer el post y el impacto de la película a nivel internacional, no puedo por menos que plantearme: ¿habría sido tan favorablemente acogida en otros países si su director hubiese sido palestino y no israelí? ¿En el caso de que hubiese sido palestino, no habrían sido quizás mucho más duras las críticas y las sospechas hacia una posible legitimación de la violencia terrorista en la cinta? En todo caso, y como Clara comentaba, sin duda es una película interesante por mostrar la cara humana del conflicto y plantear la cuestión, no por sabida menos inquietante, de que un terrorista suicida sigue pensando y actuando como una persona y cómo, quizás, y esto es lo que más puede sobresaltarnos, cualquiera podríamos hacerlo en unas circunstancias similares a las suyas.
ResponderEliminar¿Su director no es palestino? Yo he entendido que sí.
ResponderEliminarCarmen, así como señala Patricia, tengo entendido que su director es Hany Abu-Assad, un neerlandés de origen palestino, y aún así el film tuvo una gran acogida. Ahora bien, no he tenido la oportunidad de verla aún, tal vez luego de esa experiencia os podría revelar alguna reflexión.
ResponderEliminarQuería referirme a que su productor, en suma, el que pone los medios materiales para la realización del filme, es irsaelí. Perdón por la equivocación.
ResponderEliminarLa verdad es que una gran película, como bien se señala, muestra la cara más humana del conflicto.
ResponderEliminarLo que es interesante es que se hayan unido en esta película las dos partes implicadas para llevarla a cabo.
Hace poco tuve la oportunidad de ver otra película que aborda el tema, se llama "Intervención divina" de Elia Suleiman. Es genial, bajo mi punto de vista refleja el conflicto de un modo muy inteligente, y sin mostrar nada que pueda resultar impactante, es decir, un gran mensaje bajo un formato sencillo y no ofensivo. ¡Os la recomiendo!
Sí, la película "Intervención divina" está muy bien porque trata el conflicto desde lo cotidiano y las cosas más pequeñas, apenas hay diálogo, son más gestos, miradas, etc. Toda esa realidad se ve interrumpida por una espectacular fantasía. Además, tiene pinceladas de humor en un entorno que parece imposible que lo haya. Es una película curiosa e interesante.
ResponderEliminarPersonalmente me ha gustado mucho la película porque habla de una realidad y de una lucha perpetua y merece la pena ser vista.
ResponderEliminarAhora por el cine palestino, pues se puede calificar de cine de resistencia porque la voces no llegan al mundo y asi, los directores palestinos desarrollan una actividad cinematográfica vinculada a la resistencia y la lucha armada (para legitimarlo). Denuncian la situacion de los palestinos.
Existe organizaciones palestinas que tengan sus propias secciones con motivo de potenciar el cine,tales como el "PELP" y muchos directores palestinos de cine se jugaron la vida para que el mensaje y la verdad lleguen al mundo , entre ellos había "Han Jawhariya"