Las emiratíes ocupan el primer puesto de la región en medidas de promoción femenina,
según la ONU.
El ejemplo de la federación de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) puede servir para ilustrar los logros de la mujer árabe del siglo XXI, o al menos de cualquier mujer árabe que viva en un país con una renta per cápita de 37.000 dólares. Las emiratíes son el 75% de los estudiantes universitarios de los EAU, aunque sólo representan el 15% del profesorado en ese nivel académico.
El correlato laboral que podría esperarse, resulta sin embargo escaso: el promedio de mujeres en la fuerza de trabajo sólo llega al 20%, aunque en sectores tradicionalmente femeninos como la enfermería se eleva hasta el 60%.
Beneficiarias de un impulso próximo a la discriminación positiva en el campo de la política, las emiratíes se jactan de tener cuatro congéneres en el Gabinete, la primera juez de la región, dos embajadoras -una de ellas, Hessa Al Otaiba, en España- y nueve parlamentarias en una cámara, la del Consejo Federal Nacional -agrupa a los siete emiratos-, con mayoría absoluta de hombres.
Beneficiarias de un impulso próximo a la discriminación positiva en el campo de la política, las emiratíes se jactan de tener cuatro congéneres en el Gabinete, la primera juez de la región, dos embajadoras -una de ellas, Hessa Al Otaiba, en España- y nueve parlamentarias en una cámara, la del Consejo Federal Nacional -agrupa a los siete emiratos-, con mayoría absoluta de hombres.
En economía también hacen sus pinitos: hay 12.000 empresarias sobre una población total de 4.620.000 personas; que en 2007 realizaron inversiones por valor de 4.000 millones de dólares. En Dubai, uno de los siete emiratos, las féminas disponen incluso de un banco "sólo para mujeres", una rama del Islamic Bank
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ResponderEliminarLa escasa presencia de las mujeres de Kuwait en puestos de responsabilidad no es ni mucho menos privativa de este país. Sin ir más lejos, en España también se observa una flagrante descompensación entre el porcentaje de tituladas universitarias y las que llegan a ser directivas o máximas responsables. Aunque con retos diferentes, ambos países comparten el hecho de que aún queda mucho por hacer en lo referente al incremento del peso de las mujeres en la vida pública.
ResponderEliminarHe escuchado de vosotros mismos, los españoles, que ello se debe a vuestra herencia árabe. ¿Qué crees tú?
ResponderEliminarMe parece excesivo retrotraer esta situación a un período de nuestra historia que se remonta a siete siglos atrás. Sobre todo cuando en pleno siglo XX, durante la II República, España tenía una de las legislaciones más favorables a los derechos de la mujer del momento. El franquismo supuso un corte brusco en nuestros derechos que intuyo que tiene bastante más que ver con las desigualdades actuales que una herencia de los árabes que, como grupo político gobernante, dejaron de existir en España en el siglo XV.
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