Si existe algo característico en Yemen, es el consumo del Qat o Catha edulis ( قات), una planta de la familia de las Celastraceae, es un árbol de lento crecimiento que crece entre 1,5 metros y 20 metros de altura, dependiendo de la región y las precipitaciones, con hojas perennes de 5-10 cm de largo y 1-4 cm de ancho. Las flores se producen en pequeñas cimas axilares de 4-8 cm de largo, cada pequeña flor, con cinco pétalos blancos. El fruto es una cápsula oblonga con tres valvas que contiene de 1 a 3 semillas. Crece en los países ribereños del Mar Rojo y del Golfo de Adén, sobre todo en Yemen y Somalia, pero también en países vecinos como Kenia, Eritrea o Etiopía. Se trata de la planta con propiedades psicoestimulantes más potentes que se conoce hasta el momento. Sus principios activos son los alcaloides psicotrópicos catina y catinona. Ambas son moléculas psicoestimulantes, derivadas de la fenetilamina, y emparentadas química y funcionalmente con las anfetaminas. Por este motivo, desde 1980 la OMS la ha clasificado como droga de abuso con capacidad de crear dependencia psicológica. Pero, pese a las advertencias de la OMS, sólo algunos países han decidido prohibirla (Alemania, Francia, Estados Unidos, Canadá, Australia…).
Normalmente se mastican sus hojas y tallos frescos y se acumulan en los carrillos (al estilo Hamster) o, menos frecuentemente, se seca y se consume como té, a fin de lograr un estado de euforia y estímulo. Además, de ser un estimulante, produce efectos narcóticos y falta de apetito, pero sólo tras un largo tiempo de su consumo. Su sabor es amargo, y os garantizo que la sensación que se tiene al mascarlo es la de estar masticando césped recién cortado (lo que dificultó, por lo menos en mi caso que me produjese algún tipo de efecto).
La primera referencia al qat se encuentra en las crónicas de Amda Seyon I, rey cristiano de Etiopia entre 1314 y 1344. Durante los siglos XIII y XIV se difundió su uso, aunque sin llegar a ser consumido de forma generalizada excepto entre las élites políticas, religiosas, y agricultores, llegando a ganar poco a poco terreno al café. Su consumo se incrementó notablemente a partir de 1970.
El qat, desde sus orígenes, fue consumido socialmente para producir excitación, para evitar la somnolencia y el hambre y para fomentar la comunicación. Los yemenís creen que posee virtudes médicas y que sobre todo contribuye "abriendo la mente".
Su consumo suele ser más común entre los hombres, pero no es una costumbre exclusiva del género masculino, muchas mujeres tienen sus propios salones para la ocasión, y participan, junto a sus maridos, en el ritual de masticar qat. Se estima que en torno a un 80% de la población yemení consume qat, niños incluidos.
El qat es consumido por todas las capas sociales, desde personajes eminentes a obreros, e incluso se usa mientras se trabaja,de modo que encontramos a comerciantes, taxistas o albañiles atendiendo su obligaciones laborales y mascando al mismo tiempo su bola de qat.
Pero el ritual del qat es sobre todo una tajizin o reunion de amigos, que suele comenzar después del rezo del aser. Normalmente todas las casas yemeníes disponen de una habitación dedicada a las reuniones denominada mafray, situada en la última planta, decorada con las típicas qamariyya y que está conectada con la terraza, por lo tanto es el lugar más visible de los hogares yemeníes. El anfitrión reparte las hojas, aunque los invitados suelen traer las suyas propias compradas para esa reunión durante la mañana en cualquiera de los múltiples mercados de qat. De la rama se seleccionan los brotes más jóvenes y tiernos que se introducen en la boca directamente sin ninguna preparación previa y se almacenan y mastican en la mejilla izquierda. Durante estas reuniones además de masticar qat también se fuman cigarros y sobre todo narguile.
Estamos, pues, ante un agente cultural utilizado por la sociedad para dar un sentido a sus relaciones cotidianas. Los yemenís lo utilizan para fines sociales, puesto que a estas reuniones no se acude con el único objetivo de mascar qat, acuden a estas reuniones para tratar importantes negocios, o para hablar sobre asuntos de actualidad, para cultivar las relaciones sociales y para demostrar sus afiliaciones y su estatus social.
El qat tiene especial importancia en el ámbito socio-económico, puesto que el hecho de adquirirlo y poder acceder a las reuniones implica una reducción considerable de los ingresos (no olvidemos la precaria situación económica del país). De este modo, todo aquel que puede permitirse comprar qat y no asiste a las reuniones es considerado como un antisocial. Si una persona se niega a asistir a las reuniones qat puede causarle problemas en su entorno, que entendería esta actitud como una ofensa ya que estaría considerando como inferiores a aquellos que si asisten a las reuniones.
El qat es tan popular en el Yemen que su cultivo abarca la mayor parte de los recursos agrícolas del país. Se estima que el 40% del suministro de agua del país se dirige hacia el riego de esta planta, de modo que el consumo de agua es tan alto que los niveles de aguas subterráneas en la cuenca de Sana´a están disminuyendo, debido a esto, los funcionarios del gobierno han propuesto la reubicación de grandes porciones de la población de Sana´a a la costa del Mar Rojo. Una de las razones para el alto número de cultivo de qat en Yemen es el de altos ingresos que proporciona a los agricultores.
Has descrito esto demasiado bien, ¡seguro que has estado en Yemen! En Sana'a por lo menos todo empieza a ir más lento a las 3 ó 4 de la tarde cuando todo el mundo empieza a masticar. Teníamos una "yalsa" en nuestra casa por lo menos una vez a la semana. Jamás se me olvidará deambular sólo por el casco antiguo por las madrugadas viendo las qamariyyas iluminadas en la oscuridad.
ResponderEliminarOtras cosas imprescindibles para una sesión: cigarros locales (Kamran) y Pepsi. El qat tiene un sabor muy amargo, y no se debe tragar la saliva que se produce. Esto la gente lo resuelve con escupideras especiales o con un trago dulce de Pepsi :-))
Sí, he estado allí, y es alucinate cómo se paraliza todo después de la oración. Lo de la pepsi no lo he llegado a ver, siempre que estube en alguna tomaban té, pero quizá sea más dulce la pepsi. Respecto a la ecupidera, si, es cierto que parece el salvaje oeste con escupideras incluidas, pero es que si no es imposible aguantar con ese sabor...
ResponderEliminarUna cosa muy curiosa, la hilo del comentario de la qamariyyas iluminadas, es que los jóvenes tienes un ritual de cortejo peculiar (lo sé por mi vecino...), resulta que si perciben alguna luz, tipo linterna, que sale de la habitación entienden que es una señal amorosa y te empiezan a cantar canciones desde su ventana por las noches, como si fuesen una especie de "mariachis yemeníes".
¿Lidia se puede encontrar qat en España? ¿sería algo así como el mascado de coca en los Andes?
ResponderEliminarEn principio no se puede encontrar en Europa, pues son muy restrictivos con este tema y su salida del país. Y sí sería un equivalente a la coca de los Andes.
ResponderEliminar