Una de las tumbas que se pueden visitar en Sudán, además de las de la antigüedad a orillas del Nilo, es la del Mahdi en Omdurmán.
En el islam, el mahdi se identifica con las versiones a las que son tan proclives las religiones y los movimientos espirituales imbuidos de milenarismo. Mesianismo en estado puro, con diferencias importantes entre sunníes y chiíes, a fines del siglo XIX Muhammad Ahmad se autoconsideró Mahdi y protagonizó una revuelta contra el colonialismo inglés y la dominación egipcia del territorio. Fue la llamada rebelión de los derviches.
En 1881 declaró el yihad contra Egipto y reclutó un ejército que salió victorioso.
Como otros tantos ilustres personajes de la historia, su familia también provenía del profeta, originarios de Dongola, en Nubia.
Su idea era conseguir que Sudán estuviera bajo manos sudanesas y después instaurar la Mahdiyya, un estado islámico acorde con la ley musulmana, con una particularidad, se modificó la shar'ia para adaptarla al nuevo régimen, introduciendo alabanzas del tipo: Muhammad Ahmad es el Mahdi de dios y el representante de su profeta. También substituyó uno de los cinco pilares islámicos, el hijj o peregrinación, por el yihad, al cual consideraba mucho más importante.
Ganó varias batallas como la de Omdurmán o la de Jartum, la cual dio nombre a la película Khartoum, película británica de 1966 que acercó a Europa la historia épica de Mahdi y la batalla y asedio de la capital, en la que Mahdi consiguió vencer al ejército inglés y matar al general Gordon, al frente del mismo.
En la actualidad los nacionalistas sudaneses le consideran precursor del estado moderno e incluso el partido de la Umma le reivindica como héroe nacional y se definen como herederos de su proyecto.
También el ex primer ministro Sadiq al-Mahdi se reivindica supuestamente descendiente suyo. La bandera nacional también recoge en sus colores aquel alzamiento contra el imperialismo británico que representó Mahdi.
En el islam, el mahdi se identifica con las versiones a las que son tan proclives las religiones y los movimientos espirituales imbuidos de milenarismo. Mesianismo en estado puro, con diferencias importantes entre sunníes y chiíes, a fines del siglo XIX Muhammad Ahmad se autoconsideró Mahdi y protagonizó una revuelta contra el colonialismo inglés y la dominación egipcia del territorio. Fue la llamada rebelión de los derviches.
En 1881 declaró el yihad contra Egipto y reclutó un ejército que salió victorioso.
Como otros tantos ilustres personajes de la historia, su familia también provenía del profeta, originarios de Dongola, en Nubia.
Su idea era conseguir que Sudán estuviera bajo manos sudanesas y después instaurar la Mahdiyya, un estado islámico acorde con la ley musulmana, con una particularidad, se modificó la shar'ia para adaptarla al nuevo régimen, introduciendo alabanzas del tipo: Muhammad Ahmad es el Mahdi de dios y el representante de su profeta. También substituyó uno de los cinco pilares islámicos, el hijj o peregrinación, por el yihad, al cual consideraba mucho más importante.
Ganó varias batallas como la de Omdurmán o la de Jartum, la cual dio nombre a la película Khartoum, película británica de 1966 que acercó a Europa la historia épica de Mahdi y la batalla y asedio de la capital, en la que Mahdi consiguió vencer al ejército inglés y matar al general Gordon, al frente del mismo.
En la actualidad los nacionalistas sudaneses le consideran precursor del estado moderno e incluso el partido de la Umma le reivindica como héroe nacional y se definen como herederos de su proyecto.
También el ex primer ministro Sadiq al-Mahdi se reivindica supuestamente descendiente suyo. La bandera nacional también recoge en sus colores aquel alzamiento contra el imperialismo británico que representó Mahdi.
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